Los responsables de seguridad del complejo fueron aún más allá, anunciando que también dejarán de vender pistolas y rifles de juguete, y prohibirán que las personas mayores de 14 años accedan disfrazadas a los parques.
El impacto que ha tenido sobre la fiesta de Mickey’s Not-So-Scary Halloween Party, que tiene lugar todos los años en Magic Kingdom y donde uno de los principales alicientes es, precisamente, la posibilidad de acudir disfrazados, se ha dejado notar. Pero para Disney lo primero es la seguridad.
En palabras de Tom Schroeder, portavoz de Disney, al periódico USA Today:
“Continuamente estamos revisando nuestras políticas de seguridad e implementando medidas adicionales. Queremos que nuestros huéspedes se sientan seguros cuando vengan a nuestros parques…”
Hasta el momento los controles a la entrada por el arco de seguridad han sido aleatorios, y solamente algunos visitantes seleccionados al azar deberán pasar por los detectores de metales.
A raíz de la reciente ola de ataques en muchos lugares del mundo, Disney no sólo ha adoptado estas medidas sino que también ha incrementado notablemente la presencia de vigilantes en los parques así como el uso de perros especialmente adiestrados para detectar materiales sospechosos.
Las nuevas medidas de seguridad en los parques Disney de Orlando se producen precisamente en el momento de mayor afluencia de público del año (las fiestas navideñas), y en respuesta a una serie de trágicos acontecimientos, por lo que no sabemos si serán medidas definitivas o se irán relajando con el paso del tiempo.
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