Como es lógico, mucha gente visita Disney World con niños pequeños; en ocasiones demasiado pequeños para montar en algunas de las atracciones más fuertes y divertidas de los parques. Sin embargo, con un poco de organización, papá y mamá podrán disfrutar de las atracciones más trepidantes sin necesidad de hacer la temida cola dos veces.
El funcionamiento de “Baby-Swap”, como se conoce a esta técnica cada vez más extendida, es sencillo. Mamá y Papá llegan a la cola de la atracción en cuestión (por ejemplo Space Mountain) con su bebé, indicando al primer operario que desean hacer el “Baby Swap”. Antes de subirse al vehículo (cuando el operario nos pregunta cuánta gente hay en nuestro grupo), le indicamos nuevamente que vamos a hacer el “Baby-Swap” y uno de los padres monta mientras el otro se queda con el bebé. Cuando finaliza la atracción, el adulto que ha montado primero es llevado de nuevo al punto de partida – sin necesidad de repetir la cola – donde se ocupa del bebé mientras el otro adulto toma su turno en montar. Suena un poco lioso, pero realmente no lo es.
Técnicamente es posible utilizar esta técnica con más de dos adultos; parte del grupo monta en la primera ronda mientras que los otros esperan con el bebé, y luego viceversa. La gran ventaja es que todos hacen la cola juntos, y la hacen solamente una vez.
No verás esta técnica anunciada en ningún cartel o mapa del parque – quizás para evitar abusos – pero es una forma eficaz de aprovechar al máximo tus vacaciones aunque vayas con niños demasiado pequeños para montar en algunas atracciones. Ten en cuenta que el funcionamiento de este sistema puede variar ligeramente de atracción en atracción (en algunas, por ejemplo, la parte del grupo que se queda con el bebé debe esperar a la salida de la atracción hasta que haya montado el primer grupo) por lo que es importante informar al operario para que nos indique el proceso a seguir.
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